El sistema de asistencia avanzada al conductor (ADAS) más el sistema de detección de ángulo muertos (BSD) se encarga de vigilar la vía por la que circulamos y su entorno de una forma exhaustiva y proactiva.
Ofrece al conductor el control total de la situación:
El sistema funciona a través de una cámara, que se encarga de vigilar las condiciones del tráfico y otros elementos ajenos al mismo y parametrizados como potencialmente peligrosos. Sus sensores captan todo el entorno y envían la información a una centralita inteligente, que se ocupa de calcular los riesgos y lanzar avisos y señales al monitor del conductor.
El sistema a través de la cámara frontal y del algoritmo de AI, detecta y mide de forma continua:
Estas cámaras son de alta sensibilidad e incorporan infrarrojos, por lo que funcionan tanto de noche como de día sin problemas. Además, son capaces de ejercer su labor con eficacia en las peores condiciones de visibilidad, detectando y midiendo aspectos que pasarían desapercibidos al ojo humano.
La central de procesamiento se encuentra en el mismo autobús, y es capaz de analizar la información en milisegundos gracias a sus potentes procesadores y a un algoritmo optimizado de inteligencia artificial. Este está dotado, además, de tecnología deep learning o de autoaprendizaje automático, lo que le permite perfeccionarse a través de la experiencia continuada y mejorar así su precisión.
El panel de monitorización situado en el cuadro de mandos del conductor refleja las situaciones de forma clara y visible, todo ello mediante alarmas sonoras en castellano que permiten al conductor identificar con claridad el nivel de riesgo.
El sistema también dispone de un altavoz exterior, que emite una alerta para avisar al peatón, ciclista o patinete, de la situación de peligro y les permite reaccionar en consecuencia.
Nada importante escapa a los ojos del sistema de asistencia avanzada al conductor de Azimut. Presta atención.
Lejos de relajar la atención de tus conductores, el sistema Azimut les mantiene alerta y les permite centrar su atención en otros aspectos inherentes a la conducción que son de vital importancia. Posibilita, a su vez, contar con una información de la que de otra forma carecerían. Es evidente, por ejemplo, que tu conductor conoce la distancia de seguridad que necesita para frenar sin colisionar con el vehículo que tiene por delante, pero también es seguro que no puede conocer cuál es la distancia exacta en cada momento, y mucho menos calcular al instante la requerida en función de su velocidad. El sistema ADAS, en suma, facilita la labor de tus conductores, haciendo que su actividad sea más descansada y reduciendo la fatiga y el estrés. Sobre todo en condiciones adversas.
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